Diste en el punto exacto, donde cae la luna… la única forma en la que volaría de la posibilidad o la esperanza… Las niñas grandes no tienen tiempo para llorar los martes, ni los jueves… se les corre el maquillaje sobre el corazón, sobre la agenda… las niñas grandes se salvan a si mismas pegando banditas sobre las tareas del día.
Diste en el punto justo, habitaste esta casa… sabes donde queda la grieta… muchos juegan a ganar doliendo, a ganar perdiendo… a podrirlo todo de adentro hacia afuera… se rompen y rompen por ocio para marcharse… Otros prefieren salvar algunos pedazos de lo eterno cuando ya no queda nada… siempre quedo yo… donde ya te has ido…
Diste en el punto roto, en la boca del estomago donde salen pesadillas, con atardeceres locos, amores de siempre… alguien más fue lo perfecto… Las niñas grandes no lloran de día… la blusa de seda se encoge… y más no se puede llorar sobre el almuerzo o el café… por las noches se hacen mares y silencios pero, de día se alzan 10 cm para quitarse el brillo con las nubes y guardar la tormenta en el bolsillo…
Diste en el punto exacto, la única forma en la que volaría de la posibilidad o la esperanza… Algunas batallas se ganan matando, otras se ganan corriendo, otras se ganan durmiendo un poco, durmiendo las manos y el pecho… y otras sacando la carta oculta.
TAL VEZ SERÁ MEJOR...
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