Hoy me dormiré, el corazón para otro rato...

Arriba los olvidados y los amantes ausentes que deciden no volver, olvidarse y desterrase de su espejo, de algunas letras, de alguna voz, de la locura, de algún te amo; que vivan los valientes de venas frías, de agua por sangre, que vivan los momentos, las despedidas, intentos del adiós, que duelen tanto porque no son reales; que vivan los silencios, la ausencia de tus labios, la ausencia misma, que viva, que viva este minuto de muerte repetida, más no se puede intentar con las manos vacías, más no se puede encontrar sin direcciones; esta noche inicia el día del significaste, del a dios, de la mentira, la ignorancia, de error. Que vivan todos los recuerdos que se duermen a esta hora cuando trago letargo, que vivas tu que no dices ya, que viva yo que he dicho demasiado… que viva mi pecho que ya no siente, ni mis labios, ni mis piernas … que viva el valor de seguir diciendo… seguir olvidando.

Quien puede acompañarme esta mañana que no puedo vivir... quien puede acompañarme en este espacio... Quien pudiera llorar por mi mientras descaso, que no es mi vida pero me duele... Quizás me he ido lejos, lejos que no sé regresar de aquel encuentro...

Si han de venir por mi vengan ya... que decidí guardar los secretos, borrarme las manos y los ojos; que decidí guardar los secretos, tragarme una a una las palabras, desconectar el corazón para otro rato...

Que vivas tú y la vida al otro lado... vivo, amando, en libertad.